Del “secuestro” de la minera Peñasquito y las letras chiquitas de un convenio de muerte.

* Iracema Gavilán
** Giovanni Velázquez (cartografía)

 

 

 

En el municipio de Mazapil al noreste del estado de Zacatecas, se estableció en 2009 uno de los monstruos mineros canadienses, la trasnacional Goldcorp la cual tiene oficinas principales en Vancouver y regionales tanto en Toronto como en Ciudad de México, cotiza en las bolsas de valores de Toronto (TSX) y de Nueva York (NYSE). De acuerdo a informes oficiales de la misma empresa sus bienes abarcan más de $1,000,000,000 USD.[1]

Goldcorp es una empresa senior dedicada a la operación, exploración, desarrollo y compra de propiedades en metales preciosos siendo el oro el principal metal. De acuerdo a su informe anual presentado en diciembre de 2015, posee 14 proyectos mineros localizados en Canadá, México y Sudamérica en proceso, en desarrollo y proyectos conjuntos. Entre los primeros están Pueblo viejo en República Dominicana y Alumbrera en Argentina; en los segundos destacan Eléonore en la provincia de Québec; Musselwhite, Porcupine y Red Lake, en la provincia de Ontario, Canadá, así como Peñasquito en México, Marlin en Guatemala y Cerro Negro en Argentina; por último, dos proyectos conjuntos, uno en Borden, Ontario y Camino Rojo próximo a Peñasquito en México.[2]

La mina de Peñasquito consta de 19 concesiones mineras que abarcan 45,753 has, las cuales tienen una duración de 50 años, mismas que son prorrogables a otros 50 gracias a las desregulaciones mexicanas realizadas en 1992 a la Ley Minera con el objetivo de facilitar el extractivismo minero y favorecer sobremanera a las trasnacionales.

En relación a esto último, la Dirección General de Desarrollo Minero dependiente de la Secretaría de Economía en su documento Diagnóstico de Empresas Mineras con Capital Extranjero en la Industria Minero Metalúrgica del país en diciembre de 2015 registró 927 proyectos bajo la operación de 267 empresas extranjeras; siendo Canadá el mayor propietario de proyectos en el país (173), seguido de Estados Unidos (44); China (13); Japón (5), Australia (7); Reino Unido y Corea del Sur (4 c/u), España (3), Francia, Chile e India (2 c/u), Filipinas, Luxemburgo, Italia, Bélgica, Suiza, Perú y Brasil (1 c/u).[3]

Concesiones mineras en México

 

Para operar Peñasquito intervienen además de la empresa matriz, dos subsidiarias canadienses y otras siete mexicanas, es de hecho la mina de oro más productiva de todo el continente ya que sus reservas se estiman en 10.17 moz las cuales se diversifican en oro, plata, cobre, zinc y plomo, en comparación con otras minas que producen únicamente oro: 5.35 en Eléonore, 2.13 en Porcupine, 2.8 en Red Lake.[4]

Por si fuera poco, la trasnacional dio a conocer este año la inversión de 420 millones de dólares en el Proyecto Peñasquito PLP (Pyrite Leach Project) cuyo método de lixiviación de la pirita le permitirá incrementar rendimientos en su producción hasta del 40% como sigue: de 100,000 a 140,000 oz y en plata de 4.0 millones a 6.0 millones de oz[5]; además avanza en los estudios de factibilidad en el proyecto llamado Camino Rojo localizado a tan solo 50 km al este de esta mina.

Los hechos recientes que iniciaron el pasado 26 de septiembre con la toma de las instalaciones por los ejidatarios entre ellos trabajadores mineros y del transporte que abastecen de insumos y trasladan desechos de la mina, trajeron diversos temas para su análisis, entre ellos el papel que juega el gobierno mexicano en la mediación de estos conflictos,[6] la nula regulación para la remediación socioecosistémica, las condiciones de explotación y precarización hacia los trabajadores mineros, la falta de marcos teóricos jurídicos, económicos, ambientales y de toda índole que regulen los convenios con las comunidades.

Es conocido que Goldcorp como otras empresas mineras en el mundo despliega diversas estrategias para su acomodo e imposición sobre los territorios campesinos, uno de estos es precisamente establecer convenios con las comunidades por la renta de terrenos (práctica que persiguen las eólicas); contratos que son totalmente desiguales pues no se equivalen  con la cotización mundial del precio del oro o la plata (para el primero Goldcorp registró un aproximado de 1,200 USD/oz julio 2016), y en el peor de los casos, con los costos que implica la degradación de suelos, agua y enfermedades causadas por las filtraciones tanto aéreas como hídricas sobre estos.

Por lo tanto, es un dilema otorgar un costo al entramado de la vida social y ecosistémica pues con ello la forma “comunidad” y la “naturaleza” quedas sometidas a un sistema de producción cuya tendencia será siempre la acumulación por aniquilación de todo modo de vida, lo cual rige por encima de la trascendencia de esta.

Recordemos el proyecto Los Filos donde Goldcorp estableció un convenio en 2009 por ocupación de tierras que abarcaban 1,200 has con el ejido Carrizalillo, municipio de Mezcala en Guerrero; proyecto que fue totalmente suspendido desde abril 2014 cuando la comunidad demandó que dicho contrato se revisará cada 5 años en vez de cada 15 como la empresa determinaba, al mismo tiempo, los campesinos solicitaron por pago 6oz de oro en vez de las 4.5 que les proponían.

Como lo señala Miguel Ángel  Mijangos, el caso de Carrizalillo fue único en el mundo pues después de 33 días de bloqueo se vio obligada a renegociar el convenio establecido conforme a las cláusulas de la comunidad pero con el costo altísimo de los daños a la salud y al medio ambiente pues la comunidad de Carrizalillo quedó a menos de 600 m del patio de lixiviados, de manera que tuvo un proceso muy acelerado de daños que inicio a partir del quinto año de sus operaciones, estas se manifestaron en partos prematuros, abortos, deformaciones, enfermedades de piel y ojos[7]

Aunado a esto, se vino una escalada de violencia debido al “cobro de piso”, secuestros y asesinatos cometidos directamente con personas que trabajaban en la mina y sobre las comunidades ahora “ricas” que percibían el pago de las rentas. No está de más, señalar que familias enteras fueron desplazadas forzosamente de sus terruños y que la región actualmente está bajo los ojos del mundo toda vez que se han encontrado vínculos con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa[8]

En el caso de Peñasquito, desde el momento de su llegada, los ejidatarios de Cerro Gordo obligaron a la empresa a firmar un contrato mediante juicio agrario, pues esta acaparó 600 has sobre las cuales no había dado cumplimiento de renta; el juicio agrario inició en 2009 y las autoridades agrarias concedieron la razón al ejido en junio de 2013.  Ante esta situación ejidatarios pertenecientes a El Vergel y Mazapil se vieron obligados a interponer amparo por violación de derechos humanos toda vez que los ejidatarios de Cerro Gordo pretendían tomar las instalaciones y con ello impedir su jornada laboral.

 

Mina Peñasquito

 

Más allá de mostrar las tensiones entre los propios ejidos zacatecanos, de lo que se trata es de analizar las relaciones desiguales que las mineras establecen en los ejidos y comunidades donde se instalan, pues pactan con algunos y excluye a otros, otorgan dádivas a través de millonarias donaciones a los gobiernos estatales pero incumplen en otras cláusulas con los campesinos; en el fondo se trata de estrategias de las trasnacionales para alegar un tipo de sustentabilidad y responsabilidad social corporativa mediante las cuales siembran discordia, corrompen las relaciones comunitarias y de paso, por paradójico que se vea, emplean la bandera de los derechos humanos para criminalizar la movilización social.

Por otra parte, las inversiones extranjeras directas consideradas como “bondades” que se realizan a través de escuelas, carreteras y hospitales a cambio de la salvaje ocupación territorial[9], son ínfimas comparadas con los costos de extermino de flora y fauna local, el agotamiento de manantiales, la contaminación de mantos freáticos y suelos, y la generación de enfermedades degenerativas en niños, adultos e inclusive aves de corral y ganado.

Por ello, la lucha de los ejidatarios zacatecanos, mujeres y hombres campesinos, trabajadores del transporte y obreros de la mina de Peñasquito, ha demandado de forma precisa y justa el cumplimiento de los acuerdos pactados que tienen que ver, por un lado, con la dignidad de los trabajadores y por otro, con el proceso resultante de la intromisión en los terrenos ejidales como lo es el desastre socioambiental, particularmente el agotamiento del agua.

De hecho, en comunidades como El Vergel y Cedros, se agotaron las fuentes de agua y los campesinos signatarios de convenios con la minera, se han visto obligados a comprar garrafones para autoabastecerse, mientras otros ejidos que no perciben rentas o carecen de ingresos suficientes beben del agua corriente que les llega estando contaminada por la filtración de los metales arrastrados por las corrientes subterráneas.

Las condiciones a las que se enfrentan los campesinos de Mazapil son adversas, desiguales, excluyentes, discriminatorias, desventajosas, explotadoras y a todas luces expresan las relaciones de poder opresoras, colonialistas y de sometimiento que producen desarrollo geográfico desigual por la competencia territorial, procesos que vienen ensayando las mineras canadienses desde sus Naciones Originarias, llevándolas de manera agresiva a África y trayéndolas de la misma forma a América Latina.

Las disputas territoriales y los conflictos por el agua en la región, han llevado al punto de la toma de las instalaciones de la mina de oro más grande del continente por un “grupo pequeño de campesinos” que inició el 29 de septiembre y que mantuvo los ocho accesos cerrados y un bloqueo carretero que redujo la actividad minera al 50% durante nueve días.  En este contexto se conversó con Felipe Pinedo, líder del recién conformado Frente de Comunidades Afectadas por la “Minera Peñasquito” conformado por 15 comunidades de las 21 afectadas y comentó lo siguiente: (I. Gavilán, comunicación personal, 8 de octubre de 2016)

“los ejes de lucha principales son el agua en su vertiente de agotamiento de mantos freáticos y de contaminación por selenio, por plomo, por arsénico y otros metales peligrosos; el agotamiento de pozos y manantiales en la región, de agua potable y de riego, y el otro tema es el tema de la contaminación ambiental también como principal bandera por la devastación de flora y fauna; y el otro tema es el del territorio por la cuestión de las afectaciones al territorio, las apropiaciones indebidas, la destrucción de bordos de abrevaderos con sus consecuencias en el ganado, la destrucción de acequias con consecuencias en el tema del  agua, por el desvío ya no llega a las parcelas o llega de más cuando llueve o ya no llega a los bordos; los temas  como digo son agua y territorio, y el otro tema central es el empleo porque la minera ya está establecida, esos son los temas globales.

Y los temas particulares son específicos de los convenios de ocupación temporal, y las cosas derivadas de los compromisos de responsabilidad social donde hacen pequeñas obras, proyectos, pero sobre todo fue el tema de la dignidad; estos trabajadores de Goldcorp trataban mal a la comunidad los trataban de forma déspota, soberbia, los maltrataban; eso fue uno de los principales motivos de la rebelión porque ya era intolerante el trato, ellos utilizaban la táctica del ajedrez para poner a todos los peones abajo para que no llegaran a los directivos y eso fue provocando un embudo que se reventó”

Mina Peñasquito en Mazapil

 

A diferencia de los momentos anteriores en los cuales los ejidatarios se habían levantado, esta vez, se notó la intervención del gobierno estatal, pues contrariamente a apelar al diálogo, este denunció la violación  al estado de derecho y  en la madrugada del martes 4 de septiembre por orden del gobernador Alejandro Tello y con pleno sometimiento a los intereses de la trasnacional, fueron enviados 420 granaderos ministeriales y policía estatal para desalojar el plantón; debemos resaltar que esta acción correspondió a la denuncia penal por parte de la minera contra los manifestantes acusándolos de secuestro, violencia organizada, secuestro, extorsión y de violación de derechos humanos contra 700 supuestos trabajadores que se encontraban dentro de la mina.

El bloqueo se mantuvo con “gallardía”, señala Pinedo y agrega:

 

“lo heroico de esto es que durante 4 horas no pudieron llegar a la puerta principal donde teníamos colocados tres camiones. Con torpeza, la empresa anunció el cierre de la mina y que se iba a ir de Peñasquito, de lo que no tuvo certeza es que la bolsa de valores de Toronto causo nerviosismo financiero y el primer día calló 4.5% la bolsa y al día siguiente calló 5 puntos, o sea estuvieron al punto del colapso no solamente minera Peñasquito sino el consorcio Goldcorp.

 

Lo que queda de este evento es que la gente se mantuvo con dignidad, hizo frente a la represión pero dejó en claro que van a defender, si es preciso con la vida misma, el agua, el territorio y el medio ambiente; porque quiero decir que hay enfermedades muy visibles dermatológicamente hablando y también más profundas, es cuestión de hacer una brigada que vaya a hacer una investigación al respecto, hay fotos de niños y adultos que están afectados por consumir agua contaminada, la mayoría de la gente en Cedros tiene para comprar un garrafón y otros consumen la que les llevan ahí y se enferman por los minerales pesados, pues la guerra por el agua empezó tal como lo manifestamos en la Proclama y no vamos a dejar que se la acaben.[10]

La gente está dispuesta a que se vaya la mina porque lo que les dan es peccata minuta, les dan 100 mil pesos al año y el garrafón del agua vale $25 o $30 y a veces tienen que bañarse con agua de garrafón, realmente por esto no les están dando absolutamente nada y la gente ya entendió que el dinero es efímero y no va a ser suficiente para curar enfermedades o las catástrofes causadas por el desvío de los arroyos como lo hicieron con el arroyo Mazapil”.

Finalmente añade:

 

“Lo que provocó la minería es que nos conformáramos en el Frente de Afectados por la Minería, y lo que buscamos más que cerrar la mina en este momento es que las afectaciones sean lo mínimo porque ya están trabajando, desgraciadamente ahí están y hay que lidiar con ellos; otros proyectos en los que trabajan son Camino Rojo y ahí está el pueblo de Salaverna que mantiene resistencia con el proyecto de Carlos Slim y esto implica una zona de conflicto”

 

No debe pasarse por alto que la región a la que se refiere Pinedo converge además con el municipio vecino de Santo Domingo en San Luis Potosí donde ejidatarios representados en el Comité en Defensa de la Vida mantienen una lucha legítima contra el basurero tóxico Palula impulsado por el minero José Cerrillo Chowell y por si fuera poco,  colinda también con el Área Natural Protegida y Sitio Sagrado Natural de Wirikuta donde se vive un proceso de organización y resistencia campesina por el territorio milenario que es el semidesierto potosino en el cual avanzan las amenazas sobre tierras y aguas, provenientes de agroindustrias tomateras, minas, represas y eólicas.

Hasta el noveno día del plantón, la empresa aceptó las mesas de diálogo y los trabajadores entregaron las instalaciones el pasado 7 de octubre para reiniciar operaciones este día 10 de octubre, dejando enseñanzas enormes a la socio-organización campesina: las reivindicaciones de los trabajadores y las demandas de lucha hoy día sean en su forma de protesta o movilización, espontánea u organizada, se colocan contradictoriamente en el marco de las violaciones a los derechos humanos al mismo tiempo que las acciones son tachadas de ilegales y tipificadas como delincuencia organizada al grado de secuestro. Esto como parte de la política de criminalización que se está extendiendo por todo el mundo hacia movimientos sociales, líderes y opositores a los megaproyectos y a cualquier política de gobierno que devenga de trasnacionales.

Por otro lado, los acuerdos que firman las trasnacionales mineras con los ejidos ocultan la catástrofe socioambiental y de salud, dicho de otro modo, son las letras chiquitas que no se leen en los contratos de muerte.

 

 

 

* Candidata a Doctor en el Programa de Posgrado en Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México

** Maestro en Geografía por el Posgrado en Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México

[1] Goldcorp, Corporate update, august 2016, disponible en: http://www.goldcorp.com

[2] Annual Information Form for the Financial Year Ended December 31, 2015 pp-6-7, disponible en: http://s1.q4cdn.com/038672619/files/2016-Corporate-Update_August-FINAL.pdf

[3] Secretaría de Economía, Dirección General de Desarrollo Minero “Diagnóstico de Empresas Mineras con Capital Extranjero en la Industria Minero Metalúrgica del País”  http://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/87194/diagnostico_empresas_mexicanas_capital_extranjero_1er_semestre_2015.pdf.pdf

[4] ídem pág. 26

[5] ídem pág. 11

[6] El estado re-escala su papel y lo refuerza como administrador económico neoliberal véase Gavilán Galicia Ma I. (2016) “Espacialidad neoliberal y extractivismo minero, Wirikuta S.L.P “ en Megaproyectos en México una visión crítica, pp. 227-258 Itaca.

[7] Montalvo M. Radio Mundo Real (2014, mayo 21) Entrevista realizada Miguel Ángel Mijangos Leal. Recuperado de: http://radiomundoreal.fm/7644-modelo-extractivo-equivocado

[8] DPA (lunes 9 noviembre de 2015) Mina de otro atrae delincuencia a Carrizalillo. La Jornada. Recuperado de: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/11/09/mina-de-oro-atrae-delincuencia-a-carrizalillo-399.html

[9] En el contexto del plantón en Peñasquito el periodista Sergio Sarmiento cuestionó las acciones de los ejidatarios de Mazapil señalando que el bloqueo fue “ilegal” y se convirtió en una agresión a los mineros y a una operación que ha tenido enormes beneficios para la comunidad”, enfatizó que la empresa ha sido “bendición para una zona de miseria”, ha otorgado “beneficios especiales” a la comunidad y se ha visto“enormemente generosa”. Sarmiento E. (5 de octubre de 2016) Peñasquito. Reforma.Recuperado de:   http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/editoriales/editorial.aspx?id=98549&md5=17b526f23671c01854814eefe2357093&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe&lcmd5=eff7db0c2fc5600a7b2859dcb9c6c9c8

[10] La Proclama del Frente de Comunidades Afectadas por “Minera Peñasquito” puede leerse en: http://zhn.com.mx/2016/10/01/proclama-del-frente-de-comunidades-afectadas-por-minera-penasquito/