San Gregorio Atlapulco defiende su panteón comunitario frente a amenazas de privatización y violencia

En el pueblo originario de San Gregorio, el panteón comunitario, un camposanto que, desde su adquisición en 1958 ha representado la memoria, cosmovisión, la identidad y el arraigo cultural de sus habitantes que desde entonces lo gestionaron para su enfoque comunitario. Patricia González Guzmán, Presidenta del panteón desde noviembre 2021, se encuentra al frente de la defensa de este recinto ante amenazas de privatización impulsadas por operadores cercanos al ex-alcalde José Carlos Acosta Ruíz. La defensa del panteón por parte de González y pobladores no solo busca proteger este espacio de eterno descanso, sino preservar los bienes comunes y las tradiciones, así como dicha perpetuidad que desde nuestros ancestros nos han enseñado a defender el territorio del pueblo originario de San Gregorio Atlapulco.

El conflicto inició en marzo de 2022  en donde la Ciudad de México emitió un reglamento para los panteones que conforman la Ciudad de México, González explica que este reglamento, diseñado  para cementerios civiles, vecinales y dejando como general para todas las demás modalidades es decir Panteones Comunitarios y en donde pone en riesgo la permanencia de los restos de los difuntos tras un periodo de siete años, un aspecto que la comunidad rechaza tajantemente. Para los habitantes de San Gregorio Atlapulco, el Panteón Comunitario es mucho más que un lugar de sepulcro; es un espacio de identidad que les permite honrar y respetar a sus ancestros además de perpetuar tradiciones como las celebraciones del Día de nuestros fieles difuntos.

En respuesta a esta amenaza, González y otros representantes de panteones comunitarios de la Ciudad de México marcharon hacia el Zócalo en búsqueda de diálogo con el Consejero Jurídico de la Ciudad, Néstor Vargas. A pesar de las movilizaciones y la presión social, la comunidad sigue enfrentando constantes intentos de intervención en la administración del panteón. González fue testigo como grupos de choque y operadores políticos vinculados al exalcalde Acosta han intentado influir en las asambleas y desestabilizar y romper las reuniones comunitarias, con el objetivo de imponer un comité alineado con sus intereses privados.

Uno de los momentos críticos de esta confrontación ocurrió en una asamblea el pasado 10 de noviembre de 2024, cuando grupos ajenos al pueblo intentaron sabotear la elección de una nueva dirigencia en el panteón. Ante la situación, González decidió posponer la fecha para la convocatoria a dicha asamblea para continuación o bien nueva elección de comité y denunció los actos violentos ante las autoridades. La presidenta denuncia que, además de amenazas y agresiones, los operadores políticos de Acosta han intimidado a la comunidad mediante la presencia de camionetas llenas de hombres reconocidos como vía pública de la anterior gestión de Jose Carlos Acosta Ruíz, generando un ambiente de intimidación para las personas defensoras de este espacio.

González también relata cómo la lucha ha tenido repercusiones personales, con amenazas directas a su vida y la de su familia. En agosto de 2022, recibió una amenaza de muerte que la llevó a solicitar apoyo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y otras instancias para su protección. Las intimidaciones continúan en forma de llamadas y vigilancias sospechosas, así como el cierre de negocios de quienes apoyan la defensa del panteón. Ante esta situación, González y otros voluntarios han creado un grupo de apoyo en WhatsApp para organizar y salvaguardar esta  defensa del panteón y monitorear la presencia de estos grupos externos.

La situación actual ha llevado a González a pedir ayuda a la nueva administración de la Alcaldía Xochimilco, encabezada por Circe Camacho Bastida, con la solicitud de condiciones de seguridad como el Ejercito Nacional y la Guardia Nacional, para garantizar las futuras asambleas y mantener a raya los intentos del grupo de choque de posicionar a su gente e imponer su planilla. Los defensores del panteón buscan que el gobierno actúe en favor de la comunidad y respete la decisión de sus habitantes de mantener el carácter de autonomia y libre determinación sobre este espacio comunitario.

La defensa del panteón comunitario en San Gregorio Atlapulco trasciende el ámbito local y simboliza la lucha por la Autonomía de los Pueblos Originarios de la Ciudad de México. Para González, este esfuerzo es una forma de honrar la memoria de sus abuelos y de las generaciones pasadas, que lucharon para que el panteón perteneciera y siga perteneciendo al pueblo. La comunidad de San Gregorio mantiene viva esta resistencia, defendiendo su derecho a preservar sus tradiciones y a decidir sobre el uso de sus espacios comunes, un esfuerzo que promete continuar frente a las amenazas y desafíos que se presenten.