Del 10 al 12 de octubre, el Centro Agroecológico Tierra Bonita, en el Istmo de Tehuantepec, se convirtió en el epicentro de un evento autogestionado y de gran relevancia para las luchas territoriales de Abya Yala. El Encuentro Continental contra Gasoductos y Megaproyectos fue organizado con aportaciones de 42 comunidades, quienes colaboraron con alimentos y recursos para hacer posible este evento. Los organizadores subrayaron que este tipo de encuentros internacionales suelen depender de capital externo, pero en esta ocasión se priorizó la autonomía y la solidaridad entre los pueblos participantes.
El encuentro se realizó en un lugar de gran relevancia histórica: un corredor interoceánico que ha sido testigo de múltiples eventos, desde la resistencia de pueblos originarios, la invasión colonial y la explotación por empresas transnacionales. La historia de la región fue resaltada por Beas, quien señaló que el Istmo no solo ha sido un lugar de tránsito, sino también de lucha y esperanza para los pueblos que lo habitan.
En un primer momento, fue agradecer espiritualmente a estas tierras, la madre tierra y desear por buena energía durante el encuentro. Después iniciaron mesas de discusión donde, se abordaron los desafíos que enfrentan las comunidades locales debido a la expansión de megaproyectos como el Corredor Interoceánico, que busca modernizar infraestructuras en la región sin beneficiar a los pueblos originarios, sino al capital privado.
El objetivo central del encuentro fue fortalecer la unidad y la articulación con otros movimientos y organizaciones que enfrentan a las mismas empresas que vulneran los derechos de las comunidades y la soberanía de sus territorios. Los participantes y organizadores subrayaron la importancia de construir alianzas con movimientos de Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica, buscando una estrategia global frente al avance del capital transnacional y el cambio climático.
La conclusión de la jornada subrayó que, en un mundo marcado por crisis climáticas y conflictos, la lucha de los pueblos por la defensa de sus territorios debe mantenerse firme y con un espíritu de solidaridad internacional. Este evento fue un paso clave para consolidar esas alianzas y fortalecer la resistencia ante los desafíos venideros.